Asturias

Reforma integral de un piso de 1894 en el barrio de Gracia, Barcelona.

Un piso en el que dejamos fluir la imaginación y dejamos que fuese la arquitectura original a tomar riendas.
Los clientes, una pareja joven y muy sociable, buscaban tener un espacio de día diáfano y multifuncional donde poder relajarse a leer, trabajar o reunirse con sus amigos.

Enseguida dimos en el clavo con la distribución intercambiando la zona de día por la de noche, ya que antiguamente eran las habitaciones las que se solían colocar en la parte delantera de las casas - a la calle principal, mientras que ahora el espacio nocturno es básicamente el lugar donde se descansa, un lugar tranquilo y sin ruido.

Todavía no queríamos cerrarnos a una idea firme sobre los acabados.
Los clientes venían de vivir en un piso completamente blanco y sin personalidad, y tenían claro que querían que su nuevo hogar le aportase ese calor que echaban a faltar.

Tiramos todos los tabiques existentes, recuperamos techos abovedados y sacamos a vista el ladrillo de las paredes de carga.
Con mucha sorpresa, y contentos con el descubrimiento, dimos con una pared de piedra desalineada que nos complicó un poco el diseño de la cocina pero que resultó ser uno de los puntos fuertes del resultado final.

La calidez del ladrillo fue lo que nos enamoró a todos, ese tono rojizo placentero que los clientes estaban buscando. Hacia match perfecto con la madera de las vigas y con el parqué que tenían en su lista de imprescindibles.

Seguimos por ese camino, guiados por los tonos naturales rojos, arena y verde musgo.
Optamos por una separación de tonalidades entre la zona de dia, en la que prevalece el terracota, y la de noche, marcada por el verde musgo.